LA INTELECTUALIDAD DE LA DESVERGÜENZA

30 comentarios



Cuando me llegó la carta que un grupo de ciudadanos hizo circular bajo el titulo “Ni un paso atrás en la cultura” sentí vergüenza ajena. Se trata de una serie anodina de comentarios pueriles y falaces, seguramente redactados entre gallos y medias noches por un grupo de funcionarios temerosos de que se le escape la gallina de los huevos de oro.
Recordé prontamente aquellas largas declaraciones que hacía publicar Benito Mussolini con adhesiones de integrantes del mundo cultural italiano a su régimen. Algunos eran fascistas y otros no, pero todos sabían que adherir al Duce era asunto de vida o muerte.
Lo mismo aconteció luego con Hittler, Fidel Castro, Pinochet, Chávez, Cristina Kirchner y con todo tiranuelo capaz de pagar la lealtad de ciertos intelectuales, además de inventarlos.
En Uruguay el Frente Amplio decidió ya hace tiempo que el cargo hace al intelectual y no el intelectual al cargo. Llegamos al extremo que si un bloguero de poca monta  promete su adhesión incondicional al partido, puede llegar pronto a ocupar una Dirección de Cultura o una silla en la Academia Nacional de Letras. Si se destaca en el besamanos seguramente conseguirá una beca para recorrer el mundo y mostrar su “arte”, por supuesto financiado por todos los uruguayos. Y si alguna vez fue invitado al quincho de  Varela seguramente obtendrá un programa propio en TV Ciudad o una agregaduría cultural, aunque no haya pasado de tercero de escuela.
Al revisar la lista de firmantes encontré de todo: escritores, músicos, estudiantes,  blogueros, kiosqueros, diarieros, plomeros, arquitectos fracasados, etc. También hallé gente que solo se ocupa y preocupa de proteger su sustento económico, y conste que no hablo de trabajo pues entre los firmantes hay mucha gente que cobra sin trabajar.
Personalmente he necesitado ubicar a varios de ellos por razones de mi profesión y me pasó de no encontrarlos en su lugar de trabajo durante meses.
También firman varios piratas y filibusteros que llevan años despilfarrando las arcas estatales en un entretejido de “compañerismo corrupto” pocas veces visto. La mayoría forma parte de esa suerte de nube corrosiva que ha desangrado la matriz cultural nacional, con lo cual agoniza nuestra matriz ética.
Como verán, él “ni un paso atrás” significa “ni un peso menos”. Son los “haraganes” de los que tanto habla Mujica y que se han acostumbrado a tener buenos sueldos, viáticos y espacios en radios y canales estatales a cargo del contribuyente nacional.
A muchos me los he encontrado en ferias extranjeras publicitando sus libros a costo y cargo del Estado uruguayo. Otros ocupan cargos culturales importantes, repartiendo favores y financiando con fondos ciudadanos sus carreras y/o aventuras artísticas. Muchos gozan de una suculenta jubilación, pero aun les seguimos financiando giras y espectáculos porque algún pesito extra no le viene mal a nuestra izquierda burguesa.
Lo más peligroso es que se han instalado en la impunidad y tienen el tupé de adjudicarse  una serie de beneficios, fondos, becas e incentivos que en su mayoría  ya existían anteriormente. Pero más grave aún resulta el hecho de que dichos incentivos son otorgados actualmente con absoluta falta de cristalinidad. Los nombres de jurados y aspirantes se cruzan, se repiten y hay un casi nulo control del proceso de adjudicación y de su posterior utilización. En definitiva, hay millones de dólares que pagamos los uruguayos y no sabemos (¿No sabemos?) a donde van.
Tan importante como la cantidad de dinero que se invierta, es cómo se invierta. Necesitamos un proyecto cultural serio que permita utilizar los impuestos ciudadanos de una forma adecuada, racional y honesta.
Actualmente parece haber una caja negra con la cual se financia al amigo compañero, independientemente de su aporte real a la cultura nacional. Hay que sacudirse a mucho acomodado de quinta, no solo porque le cuestan muy caro al uruguayo sino porque cuando salen en viaje oficial dejan por el suelo la cultura nacional.
Personalmente creo que tendremos por delante un gran trabajo hasta recuperar el nivel cultural que Uruguay tuvo en otras épocas. Pero estoy segura que no es aumentando impuestos que lo lograremos sino eliminando la corrupción con la que actualmente que se desvían hacia bolsillos privados miles de pesos que deberían financiar una cultura con mayúsculas.
¡Imposible explicar que este país que vio brillar ante el mundo a José Enrique Rodó o Carlos Vaz Ferreira hoy considere “intelectuales” a un grupo de cachivaches impresentables hasta para un Comité de base¡

Mercedes Vigil

Read On